miércoles, 5 de agosto de 2009

HINMO A AFRODITA



Cantemos al linaje de aquella que nació
De la espuma de las olas;
Cantemos al real e inmenso origen
De donde partieron, alados, los inmortales Deseos.
De éstos, los unos traspasan las almas con sus dardos
Espirituales, y las incitan, heridas ya por el aguijón
De la nostalgia, a ascender hacia lo alto,
Buscando ardientemente el poder volver a ver,
Resplandecientes como la llama del fuego,
Las habitaciones de su Madre.
Los otros, obedientes a los deseos del Padre
Y a las previsoras decisiones que apartan
El mal del mundo, se esfuerzan, por medio
De la generación, en multiplicar la vida en el infinito universo,
Excitando en las almas el deseo de nacer sobre la tierra.
Hay otras que incesantemente vigilan los diferentes
Caminos de las íntimas relaciones del matrimonio
Para así conseguir que, engendrándose hombres mortales,
Pueda de este modo construirse, inmortal, la raza
De los hombres, afligidos por infinitos males.
Todos, en fin, se afanan en secundar las obras
De la Citerea, procreadora del Deseo.
Y en cuanto a ti, oh Diosa,
-ya que tu oído por todas partes está atento-,
Sea que te extiendas sobre el amplio horizonte
Celestial y allí seas, tal como de ti se dice,
El alma divina del eterno universo; Sea que habites en el seno del éter,
Por encima de las siete órbitas de los planetas,
Derramando sobre todo lo que de ti proviene,
Infinitas energías,
Óyeme, y conduce, oh Venerable,
Con la ayuda de tus impulsos los más justos,
El penosísimo camino de mi dolorosa vida
Borrando de mi alma el frío impulso
De los deseos no divinos!

EROS


En la mitología griega, Eros es el dios del amor, hijo de Afrodita y Ares, y se lo representa como un niño alado. Responsable de despertar las pasiones amorosas entre los mortales por medio de sus flechas, Eros es una figura muy popular incluso hoy en día.

Como hijo de la diosa del amor y la belleza y del dios de la guerra, Eros es una deidad dual, pues todo enamorado sabe muy bien que el amor también tiene su lado trágico. Pero Platón nos comenta en su libro El Banquete, que Eros fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) durante el cumpleaños de Afrodita, explicando también la inevitable dualidad. Sócrates dice que Eros no es un dios sino un demon, algo intermedio entre dios y mortal. Su poder no es otro que el de permitir la “comunicación” entre dioses y hombres. Eros es la unión de todo aquello que es equilibrado, y él mismo es equilibrio.

Originariamente, Eros era quien inspiraba el amor entre hombres, mientras que su madre Afrodita presidía sobre el amor de los hombres por las mujeres, pero dentro del pensamiento griego Eros es una figura muy desarrollada. Al principio, se lo consideraba una deidad primordial que encarnaba tanto la fuerza del amor erótico como también la fuerza de la naturaleza, aquella Luz primigenia responsable de la creación y el orden de todas las cosas en el universo. Según Hesíodo, Eros surgió tras el Caos primordial junto con Gea, la Tierra, y Tártaro, el Inframundo, mientras que Aristófanes dice que brotó de un huevo puesto por la Noche (Nix) luego de su unióncon la Oscuridad (Érebo). Con el paso del tiempo surgió la versión que lo hizo hijo de Afrodita y Ares, Hermes o Hefesto, o de Poros y Penia, o a veces de Iris y Céfiro.


Como ayudante de Afrodita, Eros se dedicaba a llevar el amor entre los mortales y el mismo fue víctima de sus propias flechas, enamorándose de la mortal Psique. Su adoración era poco común en la Grecia más antigua, pero luego se volvió muy popular, sobre todo en Tespia y en Atenas, donde junto con su madre le consagraba el cuarto día de cada mes. En el pensamiento moderno, Eros representa la pulsión de vida, concepto ideado por Freud para expresar el deseo de unión que se manifiesta en el amor, la actividad sexual y el afán por mantener la propia unidad física y psíquica.

Foto vía: autor

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